18 diciembre, 2011

La química del amor.

Ayer encontré por casualidad este artículo en internet y me encantó!! Una explicación muy lógica de por qué nos enamoramos y qué sentimos durante este proceso. Aquí os dejo parte del artículo, pero si lo queréis leer entero y con más detalle id aquí--> LA QUÍMICA DEL AMOR por Francisco Muñoz de la Peña  

Una visión química de algo tan sencillo como maravilloso que nos ocurre a todos alguna vez en la vida: ¡Enamorarnos!. 
  ¿Por qué nos enamoramos de una determinada persona y no de otra? Cada cual busca a la pareja que cree merecer.
  Antes de que una persona se fije en otra ya ha construido un mapa mental que determina lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra.
  Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición...
  El corazón late más deprisa...
  No hay duda: el amor es una enfermedad. Tiene su propio rosario de pensamientos obsesivos y su propio ámbito de acción. Las órdenes se suceden a velocidades de vértigo: ¡constricción!, ¡dilatación!, ¡secreción!, ¡erección! Todo es urgente, efervescente, impelente... Aquí no manda el intelecto ni la fuerza de voluntad. Es el reino del siento-luego-existo, de la carne, las atracciones y repulsiones primarias..., el territorio donde la razón es una intrusa.
  El verdadero enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la FENILETILAMINA, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminas. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.
  Según su hipótesis el, por ellos llamado, centro de placer del cerebro comienza a producir feniletilamina a gran escala y así es como perdemos la cabeza, vemos el mundo de color de rosa y nos sentimos flotando.
  Su actividad perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. La fase de atracción no dura para siempre. La pareja, entonces, se encuentra ante una dicotomía: separarse o habituarse a manifestaciones más tibias de amor -compañerismo, afecto y tolerancia-.
  Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas sustancias y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre y comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia dando paso a un amor más sosegado. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz.
  Para conservar la pareja es necesario buscar mecanismos socioculturales, hemos de luchar por que el proceso deje de ser solo químico.
  "Los que salen de casa dando un beso empiezan el día con una actitud más positiva".

2 comentarios:

  1. Wow! increible , es genial este tio! Me ha parecido muy muy interesante! besiitoos!

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  2. por cierto estoy haciendo un concurso, puedes ganar un cuello de lana hecho a mano! Si te interesa: http://smokeinmycloset.blogspot.com/2011/12/participad-en-el-concurso.html

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Críticas y comentarios