15 abril, 2012

¿Qué hacer con ellos?

  Esta va dedicada a todos los tíos, hombres, chicos o como se quieran llamar. Yo los llamo con la “c” de cerdo, canalla, cobarde, continúa como quieras. Créeme, que les preocupa más que les llamen cabrón que el daño que te han hecho. Que te llaman “su princesa” cuando tú nunca fuiste Cenicienta. Que te envenenan con sus besos pero ellos pronto cesan y dejan su ponzoña en tu interior. Ellos nos llaman brujas pero ya conocéis el dicho: que si somos brujas, es porque levantamos varitas sin tocarlas. Porque no conocen el significado de la palabra “respeto” y se les van los ojos tras el escote de otra mientras ponen su mano en tu trasero. Ellos, que te hacen suya pero ellos son de muchas. Que no están ahí cuando más los necesitas pero los primeros para el sexo. A los que te entregas y cuando se hartan de tu cuerpo te dan la patada en la espalda. Que se les da muy bien hacerte reír un día y machacarte el corazón los otros 364 días del año. A los que te dicen “te quiero” pero dos días después quieren más a su nueva amiga. ¿En qué piensan? Que lo digan, ¿en qué pensáis? A qué mujer no le gustaría estar en la cabeza de un hombre tan sólo durante unos minutos, quizá así logremos entenderlos. Pensándolo bien, es imposible, ya que su única cabeza es la que tienen entre las piernas. Y para qué pensar en una vida con ellos si cuando llevéis 20 años juntos te va a decir que está cansado de ti, que quiere a otra o que es gay. Y no tiene nada de malo ser gay, lo malo es darte cuenta con un corazón de por medio. No dejes que tu vida se acostumbre a él, porque él ni siquiera te va a extrañar. Aunque todo esto tiene una parte mala… que aunque nos llamen “princesa” nos sentimos como auténticas reinas en sus brazos y nos encanta el sabor de su boca y sentirnos envenenadas por su saliva, no podemos evitar provocar su cuerpo para recibir su placer y para hacerle sentir en las nubes. Toleramos que nos digan que no somos la más guapa del mundo pero que somos preciosas para ellos y adoramos entregarnos a ellos, a él, sólo a él… y soñamos con que será el único para siempre. Y las risas que nos provocan… y las sonrisas que no podemos evitar con sólo pensar en su nombre. Y nos encanta creer cuando nos dicen que nos quieren, porque nos sentimos queridas de verdad.

3 comentarios:

  1. Yo prefiero que me llames a mi! como persona, independientemente de ser hombre, excepción, me considero una excepción, no sé si lo seré, pero estoy seguro de que las hay

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    1. excepciones claro que las hay... pero por experiencias propias y ajenas, las personas tendemos a generalizar

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Críticas y comentarios