Siéntate y deja de lloriquear. Es hora de que empieces a mirar por ti mismo, ¿no? Siempre pensando "¿y si se enfada?", "¿y si me equivoco?", "y si, y si..." ¡y si nada! Nunca haces lo que de verdad quieres y lo que te hará sentir mejor por tal de que los otros queden satisfechos. Pues deberías de ser tú el que quede satisfecho y que se aguanten los demás. Nadie nunca llora por ti, ni se lamentan por ti. Eres un tipo de persona diferente, te preocupas más por los demás que por ti mismo, cuando el 90% de personas somos "yo, yo mismo, y luego ya si eso los demás". Pero hay un límite en el que los demás no se merecen que te preocupes por ellos más que por ti. Así que ahora, que tanto has meditado ese asunto que te devora la cabeza, promete que por una vez vas a hacerte feliz a ti mismo, que no importa el qué dirán ni el daño que causarás, porque créeme, no es ningún daño grave del que nadie pueda recuperarse rápidamente. Son dos opciones: te jodes tú, o se joden los demás. Y qué quieres que te diga... ¡que le den a los demás!
Yo antes también era de esos que primero se ocupan de los demás y después, si sobraba tiempo, de mí. Hasta que cimprendí que yo no podría querer ni ayudar a los demás si antes no me quería y ayudaba a mí misma. Y la verdad es que ahora me va muy bien siendo feliz pero sin dejar de ser buena persona jaja hay que encontrar el punto medio ;) Me alegra que tú lo hayas descubierto también ^^
ResponderEliminarUn abrazo y pasate cuando quieras :3
A veces hay que olvidarse un momento de los demás y pensar en nosotros mismos!!
ResponderEliminarUn beso! ;)
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PD: Te espero por mi blog! ^^