18 septiembre, 2012

Un camino que me lleve hasta él

  Llevaba años intentando hacerme la dura... ¿una boda tradicional? Yo no quería eso. Es más, ni siquiera quería una boda, tan sólo un compañero. Pero sin quererlo, sin darme cuenta descubrí qué es lo que quiero de verdad... quiero un vestido blanco, simulando un vestido de época, con un corpiño y una falda con vuelo caído, sin excesiva pomposidad. No quiero velos, ni colas. Tan sólo un sencillo recogido en mi cobrizo pelo, con unos mechones sueltos ondulados y una diadema alrededor de mi cabeza. Pero lo más importante, un pasillo que me lleve al altar, y que en ese altar esté él esperándome. Mi Romeo, mi príncipe. El mismo príncipe que me hizo cambiar de idea con respecto a las bodas. Porque siendo él, ya no quiero tener un simple compañero, quiero tener un compañero de por vida.




2 comentarios:

  1. Ooh! Precioso :) Yo también quiero un compañero de por vida y la imagen es muy bonita *-*
    Ah! Y escribes muy bien :D
    Un abrazo :3

    ResponderEliminar

Críticas y comentarios