06 enero, 2016

Echo de menos cuando ansiaba ser mayor

Echo de menos cuando ansiaba ser mayor. Aquellos días en los que mi reloj interno me despertaba extremadamente temprano, me levantaba de la cama con energía y me ponía a jugar en mi habitación intentando no hacer mucho ruido.

Echo de menos cuando mamá me preparaba el desayuno y yo me pasaba la mañana entera viendo los dibujos, cuando bailaba y cantaba al son de la música que mamá ponía para acompañar sus momentos de limpieza.

Echo de menos cuando no me preocupaba el ensuciarme la ropa, cuando mis manos se mantenían sucias, cuando el suelo era mi mayor aliado.

Echo de menos cuando jugaba a ser mayor, cuando mis profesiones eran maestra, bailarina, guitarrista, violinista, artista, nadadora, camarera, cocinera o astronauta.

Echo de menos cuando mi mayor preocupación era llevar todos los deberes del cole o que mi mejor amiga y yo nos habíamos enfadado por un juego.

Echo de menos cuando tenía todo el tiempo del mundo, cuando a los días no le faltaban horas, cuando no necesitaba tomar café para mantenerme despierta. 

Echo de menos cuando los pensamientos eran ilusión, cuando los momentos se convertían en risas fácilmente y el llanto era momentáneo. 

Y es que echar de menos es fácil. Lo complicado, es lidiar con ello.



2 comentarios:

  1. Muy buena reflexión... La única solución que se me ocurre es intentar acercarnos lo máximo posible a esa niña interior que todas llevamos, aunque sea en pequeñas cosas. Por ejemplo, por la noche, cuando acabes de estudiar o hagas un descansito, ponte los dibujos que te gustaba ver de pequeña jaja yo lo hago con Digimon y oye, ¡funciona genial! Me siento más tranquila y alegre, no sé jaja igual a ti también te sirve ;)
    Un abrazo y pásate cuando quieras :3

    ResponderEliminar

Críticas y comentarios