28 marzo, 2014

Algo prescindible

  Esta mañana casi dejo tirada a mi amiga. Por un móvil. Le dije que cuando saliera del trabajo, me diera un toque y me pasaba a por ella. El toque no llegaba, y me pareció raro, entonces me di cuenta de que mi viejo móvil prestado no tenía cobertura, no podía llamar ni recibir llamadas. No había forma de comunicarme con ella, así que tuve que ir al punto de encuentro y la esperé durante una hora. Cuando ya estaba a punto de irme, llegó. Por los pelos.

  Hoy está de moda criticar aquello sin lo que realmente no podemos vivir: las tecnologías y las redes sociales. Y la cosa funciona de manera que hacemos la crítica sobre aquello que utilizamos para manifestarla. Es por eso que yo no voy a criticar estas innovaciones, no. Voy a hacer una crítica sobre nosotros.

  Porque nos hemos vuelto conformistas. Tenemos la sencillez de estar en contacto en cuestión de segundos. Hemos pasado de esperar ansiosamente aquella carta o postal de respuesta en nuestro buzón a impacientarnos y estresarnos por ese "leído" sin contestar.

  Porque hemos perdido la costumbre. ¿Dónde quedaron esos álbumes de fotos que relataban una historia entera con descripciones escritas a mano al lado de cada foto? ¿Qué fue de aquellas estanterías llenas de pequeños álbumes de fotos reveladas, incluso las borrosas, de cada una de nuestras vacaciones? ¿Por qué ahora hacemos fotos para el "postureo" en lugar de para el recuerdo? ¿Por qué tenemos más fotos de fiestas y personas ebrias que de momentos especiales?

  Porque somos confiados y no nos damos cuenta que de un momento a otro todos esos recuerdos pueden estar perdidos. Un error del sistema, una mano ajena en tu bolso, una pérdida inconsciente, un golpe... y todas esas fotos que llevas tiempo diciendo que plasmarás en papel, perdidas. Todas aquellas conversaciones online que te gusta releer una y otra vez, perdidas. Y una estantería vacía de recuerdos en papel, una caja bajo la cama vacía de conversaciones a bolígrafo.

  Porque nos hemos vuelto cobardes. Conocemos, intimamos, peleamos, reconciliamos, comenzamos y terminamos amistades y relaciones amorosas a través de ondas y cables de telefonía en lugar de cara a cara. Porque detrás de la pantalla hablamos más de la cuenta sin pensar en las posibles consecuencias. Porque acostumbramos a perder la vergüenza a través de nuestro chat y quedarnos sin palabras delante de las personas.

  Porque hemos olvidado ser correctos. Hemos olvidado que en nuestros teclados hay 27 letras, tildes, diéresis, mayúsculas y signos de exclamación e interrogación al final y al PRINCIPIO. Y lo peor es que por esa comodidad de abreviar, hemos olvidado la mitad de la ortografía que nos enseñaron cuando aún le pasábamos notas a nuestro compañero en clase, las cuales eran un desafío para nosotros escribir a la perfección, sin ningún error.

  Porque hemos infravalorado los paseos, las charlas, los abrazos, los silencios incómodos que daban paso a los besos, nuestro poder de imaginar qué estaría haciendo esa persona que tanto te gusta en ese momento, nuestros "buenas noches" lanzados al aire como si esperásemos que a alguien le llegaran nuestras palabras... hemos infravalorado buscar figuras en las nubes, mirar las estrellas por la ventana desde la cama, leer antes de dormir, imaginar historias que nunca pasarían. En lugar de eso, nos levantamos con el móvil, comemos con el ordenador, y nos volvemos a acostar con el móvil, gastando dinero en energía en lugar de gastarlo en papel.

  Es triste, pero es nuestra evolución. No vamos a dejar de crecer tecnológicamente, pero sí podríamos hacer cambiar nuestros pensamientos y costumbres, convencernos a nosotros mismos que la tecnología y las redes sociales son importantes en nuestras vidas pero no imprescindibles.





 

1 comentario:

  1. Es una tonteria que nos estresemos de esa manera, solo porque no nos conteste al mensaje cuando está "leído", pero desgraciadamente, lo hacemos!!
    Sinceramente, yo no hago fotos para el "postureo", sino para el recuerdo!!! (creo que soy de las pocas personas que hacen eso!)
    Cuando dices que nos acostumbramos a perder la vergüenza a través de nuestro chat y quedarnos sin palabras delante delas personas, estoy totalmente de acuerdo. Incluso, en muchas quedadas estamos todos con el móvil, en vez de hablar entre nosotros. ¡¡Debería de darnos vergüenza!!
    Las notas de clase, ¡qué recuerdos! ^^
    Aaaaaw!!! qué video más bonito!!! me ha encantado!!!!

    Un beso! ;)
    http://myworldlai.blogspot.com.es/

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Críticas y comentarios