Él no me
guía, nos guiamos el uno al otro. Ni me intimida, ni me hace sentir insegura.
No hace que me preocupe exageradamente por mi aspecto, ni por mi forma de ser.
Se ríe conmigo y de mí, pero de una forma bondadosa. Y deja que me ría de él y
con él. Me abraza como nadie me había abrazado antes, y lo mejor es que no se
cansa de hacerlo. Y me mira... me observa cariñosamente, se nos cruzan las
miradas, pero no consigo aguantársela, no, porque tengo miedo de que piense lo
que de verdad siento, y de que se asuste. No tiene ni idea de la cantidad de
tiempo que paso pensando en él, ni de lo bien que me hace sentir. No sabe casi
nada. No sabe que es el primero con el que me siento madura, que me ha hecho
crecer sentimentalmente, que ha hecho que me ande sin rodeos, que deje las
prisas, que me piense bien las cosas. No sabe que tengo la fuerza de esperar al
momento oportuno, para no estropear el ahora ni el futuro. No sabe que a menudo
pienso que estoy enamorada de él.
Precioso texto, me encanta la forma en que lo escribes y los sentimientos que transmites.
ResponderEliminarun abrazo!
Hola. una verdadera declaración de amor... no hay mejor estado que el de estar enamorada y compartir ese sentimiento con alguien. Unas palabras muy sentidas. Seguimos en contacto
ResponderEliminar