Carta: Querido primer amor

Querido primer amor:

Me atrevo a escribirte siete años después de ser mi diana y acertar en pleno centro. ¿Qué tal estás? Supongo que bien. Sé que tienes pareja desde hace ya bastante tiempo, e imagino que os va bien juntos. Sé que ahora tienes un nuevo trabajo, quizá no sea el que más te guste, pero tener un trabajo hoy en día es afortunado para ti.

Primero, quería pedirte perdón. Perdón por el tiempo que estuviste llorando por mi culpa. Por olvidarte como si no hubieras sido nadie para mí. Por darte falsas esperanzas. Por portarme como una niña malcriada contigo. Por ser inmadura, quejica y demasiado sincera en algunas ocasiones. Perdón por ser cobarde y todavía cambiarme de acera cuando me cruzo contigo. Por aparentar que nunca me preocupé por ti después de que todo acabara. Perdón por portarme mal contigo. Perdón, por ser un mal recuerdo para ti.

Segundo, quería darte las gracias. Por los millones de risas que me provocaste con tus locuras y tus bromas. Gracias por tu protección y preocupación. Por tu paciencia y tu comprensión conmigo. Por la ilusión del principio y por los llantos del final que me ayudaron a aprender a ser más coherente. Gracias por ser bueno conmigo. Gracias, por formar parte de mi recuerdo.

Y tercero y último, me gustaría decirte que he llegado a comprender los malos días que pasaste, porque a mí también me hicieron sufrir, y solo podía acordarme de ti. Me gustaría decirte que aún hoy me arrepiento de haberte perdido como amigo, pero entiendo que tú nunca más me quisiste en tu vida. A veces me pregunto qué sería de nosotros si las cosas hubieran sido de otra forma, pero la vida tenía que ocurrir así, y estoy segura de que ahora estás mucho mejor de lo que estarías conmigo.

Lo más probable es que nunca nos volvamos a hablar, puede que nos crucemos muchas veces o que solo sean un par durante el resto de nuestras vidas. Sea como sea, te deseo lo mejor, todo lo que yo no te supe dar.

Sinceramente,

tu primer error.