Fueron necesarios un momento exacto, un lugar preciso y un acto imprescindible para que
mi mundo hoy gire con el tuyo. No sé quién es la Tierra y quién la Luna, o
quizá somos materias imprescindibles la una para la otra, como una planta que
vive de su fotosíntesis y la fotosíntesis que sólo ocurre gracias a su planta. Las costillas de nuestras cajas torácicas se
abrieron y se fusionaron desde el primer beso que nos dimos, como un abrazo que
nunca queremos que finalice. Nuestras falanges se enredaron un día y aún en la
distancia continúan unidas. Pero no todas las partes de nuestros cuerpos van
emparejadas, pues mi vello se eriza gracias a tu piel, mis labios se curvan
gracias a tu mirada y mi corazón bombea más fuerte gracias a tus palabras. Si
aquel día no me hubieras detenido en mitad de aquel parque solitario en la
madrugada, hoy mi mundo seguiría siendo feliz como era antes, pero así soy
feliz junto a ti, y esa es la combinación perfecta.
Uy me ha encantado tu pequeño relato , el amor lo cambia todo . Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarMuchas gracias, un beso :)
EliminarQue bonito, una declaración de amor preciosa, un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, un beso :)
EliminarHola. el destino es el que nos marca y estaba claro que la protagonista tenía que estar de madrugada en el parque para conocer a su media naranja. Seguimos en contacto
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte Marta, es muy bonito eso que has dicho :)
EliminarQué bonito. Mi historia de amor también fue toda una casualidad :)
ResponderEliminar¡Un besote!
Las cosas espontáneas siempre son las mejores :)
Eliminar